sábado, 23 de abril de 2016

LA HORA DEL CUENTO

Hemos hablado en otras ocasiones sobre la importancia de acercar a los niños a la literatura, y la lectura, aunque no por ello es menos importante el aprender a disfrutar de la escucha de cuentos, sin olvidar que los niños que aún no han aprendido a leer no son los únicos que disfrutan de la escucha de cuentos, sino que es una actividad que todos, incluidos los adultos, disfrutamos. 

Debemos realizar un esfuerzo por encontrar el momento adecuado, esforzarnos por crear el clima que propicie el disfrute de la escucha de cuentos, la extensión de los cuentos que es nuestra tarea seleccionar y adecuar a las edades a las que va dirigido y el entorno que favorezca su atención, ya que sabemos que es un tiempo breve, pero que con los diferentes recursos que tenemos a nuestro alcance podemos prolongar, ya que tenemos el poder de ponerle voz a los cuentos y que estos lleguen a los niños.

Debemos recordar y tener muy presente también que, el momento del cuento, no es un momento para aprender, sino para disfrutar.

Por todo esto, en mi caso, elegí la estrategia del cuentacuentos y el libro elegido fue “De verdad que no podía” de la editorial Kókinos y escrito por Gabriela Keselman.

Sé que los cuentos folclóricos normalmente son los utilizados para esta estrategia, ya que al no disponer de imágenes se cuenta y se capta su atención con gestos y que cuando el libro dispone de imágenes, como en este caso, lo más normal es realizar una narración, y así enseñar las imágenes, pero a mí me llamaba la atención esta estrategia, quería experimentar en primera persona las sensaciones de ser cuentacuentos y me sentía cómoda con este libro, y quería que mis compañeras lo pudieran disfrutar tanto como yo lo hice leyéndolo en su momento.

La edad a la que dirigí mi actividad fue 4-5 años porque considero que es un libro con un relato sencillo, con solo dos personajes, y con una situación y un personaje con el que fácilmente se verán identificados.

Este libro me pareció muy bueno para la narración ya que me llama mucho la atención la relación que se establece entre el narrador y el receptor y el hecho de que puedes estar pendiente de cada expresión, de su cara de interés como de su emoción por saber que será lo siguiente que suceda, y la narración de este libro, sin la ayuda del libro, me permitía todo eso, así como, a su vez, ayudaba al receptor a imaginar sus propias imágenes, a fantasear con lo que sucederá, y a imaginar lo que iba sucediendo.

Una vez elegí la estrategia que quería utilizar para narrar esta historia, y la edad a la que lo iba a dirigir, leí y releí la historia, memoricé el argumento, lo que era el planteamiento, el nudo y el desenlace y elegí el tipo de narrador que quería ser, decidiéndome por el narrador testigo, que me parecía que para este cuento les iba a resultar más divertido a los receptores vivirlo como si estuvieran ellos mismos viviendo ese momento.

La forma en la que decidí introducir esta narración fue realizándoles preguntas acerca de lo que a todos nos pasaba cuando terminaba el día, que realizamos antes de ir a dormir, cuáles son las rutinas que siguen antes de irse a dormir. Una vez que habíamos hablado de lo que hacían antes de dormir y que habíamos llegado al momento de irse a dormir, introduje el cuento con una formula sencilla, para no cortar ese momento de interacción que se había producido. Decidí iniciarlo con un “Pues eso, exactamente, fue lo que le pasó al protagonista de nuestra historia, llamado Marc…” y terminarlo con un sencillo “… y colorín, colorado, este cuento se ha acabado”.

Decidí no preparar lo que iba a suceder durante la narración y así poder improvisar, por lo que me limité a practicar tres veces delante del espejo, los gestos que iba a hacer, las pausas que iba a realizar, la entonación y para poder pronunciar con claridad todas las palabras.

Una vez que llegó el momento de narrarlo, he de decir que en las tres oportunidades que tuve de ser cuentacuentos, ninguna fue igual a la anterior, ya que no había un receptor igual al anterior.

Disfruté mucho viendo sus expresiones en cada momento, vi en sus caras las ganas de saber más en algunos momentos, su expresión de sorpresa cuando realizaba alguna pausa, precedida por la pregunta “¿y qué creéis que paso entonces?”, podía ver como volvía a captar su atención en los momentos en los que bajaba la voz para contar algo bajito, o en los momentos en los que contaba algo con voz de sorpresa, o con una entonación para aumentar su intriga y sobretodo percibir cómo sus caras iban cambiando conforme con mi voz iba representando las distintas voces que le había dado a cada personaje, la voz del protagonista dulce y asustada, y la voz de mamá, cariñosa, firme, y protectora.

Al finalizar mi primera narración, mis compañeros me ayudaron mucho con sus felicitaciones, me hicieron sentir mucho más tranquila y preparada para abordar la segunda narración al hacerme ver que había seguido un buen ritmo, que mi tono había sido adecuado, mi gesticulación había ayudado a la comprensión y el seguimiento de la narración y cómo la introducción, las preguntas y las pausas habían sido adecuadas, y me ayudaron también con sus críticas constructivas, como que al finalizar el cuento, no lo finalizara y ya, que siguiera extendiendo ese momento con preguntas como: ¿Os ha pasado eso alguna vez?, ¿alguien se ha sentido como el personaje de nuestra historia en algún momento?

Al narrárselo al segundo grupo, estaba menos nerviosa y además tenía en mente todas las recomendaciones que me habían hecho mis compañeras del primer grupo. Al finalizar me comentaron que les había gustado mucho y no me dijeron nada que mejorar, salvo que en algunas ocasiones la voz del niño, la hiciera más pausada.

En el tercer grupo disfruté mucho también, y me dijeron que lo había hecho muy bien, lo que hizo que mi confianza en mí misma aumentara, y que me sintiera muy satisfecha con mi trabajo.

En lo referente a mi autoevaluación me he sentido a gusto realizando esta actividad, me he visto muy desenvuelta, disfrutando de cada narración que he realizado, disfrutando con el disfrute de mis compañeras y de las improvisaciones que se me permitían realizar dependiendo del interés de los receptores. Además, estoy contenta con la forma en la que realicé la narración, ya que todo lo que había ensayado, como la gesticulación tanto de la cara, como de las manos, la postura de mi cuerpo, el tono de mi voz, la entonación, el ritmo y la interacción con el receptor lo respeté y lo seguí, y creo que esa ha sido una de las claves que ha hecho de mi narración algo de lo que sentirme orgullosa.

Por todo esto, esta actividad realmente me ha gustado. Poder disfrutar de los distintos libros que habían seleccionado mis compañeras y de un rato de trabajo tan divertido, intentando aplicar sus críticas constructivas y aprendiendo de ellas.







martes, 12 de abril de 2016

ANALISIS DEL LIBRO II " DE VERDAD QUE NO PODÍA"

 Resultado de imagen de de verdad que no podía

El libro que voy a analizar se titula "De verdad que no podía". Es un libro diferente y muy divertido con unas ilustraciones que hacen mas expresivas, si cabe, cada una de las escenas que se viven en el libro. La autora es Gabriela Keselman y este es un libro que captó mi atención desde el principio por sus ilustraciones poco estereotipadas y por el tema que trata, aspecto que abordaremos mas adelante. La editorial es Kókinos,  la fecha de la primera edición es el año 2001, en Madrid y la ilustradora es Noemí Villamuza, gracias a quién este libro se encontró en el año 2002 entre los finalistas al premio nacional de ilustración. Las edades a las que va dirigido este libro son niños y niñas de edades comprendidas entre 3 a 6 años, lo que correspondería a los cursos del segundo ciclo de infantil, ya que a partir de los tres años es cuando empiezan a aparecer los terrores nocturnos, pero no desaparecen hasta casi llegada la adolescencia, ya que en muchos casos se relaciona con la maduración del sistema nervioso, o con el estrés a la hora de ir a dormir, o incluso la falta de una rutina de relajación previa al momento de acostarse, y con la lectura de este cuento propiciamos una conversación con ellos tras el momento del cuento.

Una vez realizada la ficha bibliográfica me dispongo a analizar los aspectos referentes al formato, comenzando por la manejabilidad del mismo, se trata de un ejemplar muy manejable para los niños de 5 a 6 años, ya que su tamaño no es excesivamente grande, Si a esto añadimos también que no es un libro pesado, ya que el grosor de las tapas y de las paginas no es excesivamente notable y que el libro dispone de tapas duras, que lo hace mas resistente, podríamos considerar que el formato es adecuado para los niños de dichas edades. En cuanto a la portada, aparece el personaje en el momento de irse a dormir, lo que tiene un gran atractivo para los niños ya que es una situación con la que ellos fácilmente se identifican. Las ilustraciones son muy adecuadas para esas edades, ya que no son estereotipadas, y representan situaciones cotidianas del día a día que resultan muy llamativas. Además permiten a los niños seguir la narración de forma amena, ya que representan a la perfección lo narrado en cada página. En lo referente a los textos deben ser breves, con descripciones cortas, sin una gran carga conceptual, y con argumentos sencillos, en cuanto a la letra empleada, en cada página aparecen textos no muy extensos, con una letra grande y clara, lo que lo hace perfecto para estas edades. Por lo que considero que todos estos aspectos hacen de este libro, un libro muy adecuado para niños con edades comprendidas entre los cinco y los seis años.

Una vez concluido el análisis del formato, continuaré realizando el análisis de los aspectos del contenido, para lo que comenzaré con un breve resumen de la historia:

Marc es un niño que quiere dormir, pero que no puede hacerlo porque sus miedos no le dejan. Marc acude a su madre, para ayudarle a acabar con sus miedos y así poder dormir, quién propone soluciones cada vez mas creativas y originales para que si hijo pueda dormir, hasta que finalmente descubre qué es lo que verdaderamente acaba con todos los miedos de Marc.

Una vez hecho el resumen y leído el libro, puedo concluir que el tema principal trata sobre los miedos que sufren los niños a esas edades. Es un tema que se ha tratado muchas veces desde el punto de vista de la literatura infantil ya que los niños se sienten fácilmente identificados.El segundo ciclo de infantil es un momento en la vida de los niños en los que surgen sus primeros miedos, y ellos los identifican como tal. Es un periodo de cambio, en el que empiezan a ser conscientes de lo que les pasa y eso es justo lo que le sucede al personaje principal de nuestra historia.

Como temas secundarios tendríamos la forma de tratar los miedos desde el punto de vista de los padres, fijándonos en cómo hace frente la madre de Marc a los problemas y también nos habla de la forma de trabajar el vinculo entre los padres y el niño la relación entre el niño y el adulto, donde podemos ver claramente que lo que de verdad necesita en protagonista de nuestra historia es a su madre para dormir tranquilo.

Por todo lo expuesto anteriormente lo considero un libro con el que los niños se identifican de forma muy sencilla y que da pie a preguntas interesantes que plantear a los niños.

En cuanto a la estructura, presenta un planteamiento lineal, planteamiento, nudo y desenlace. Con una sola linea de acontecimientos, contados por un narrador externo, de forma que permite que la historia no sea densa, ni les haga perder el interés al liarse unos acontecimientos con otros, lo que, de nuevo, hace de este libro una opción muy acertada y adecuada para las edades del segundo ciclo de infantil.

Una vez expuesta la estructura, paso a analizar los personajes, comenzando por el personaje principal, pero no sin antes destacar, que el personaje principal es alguien con el que los niños fácilmente se pueden identificar y que el personaje secundario es alguien con quien los padres pueden identificarse, e incluso inspirarse y tomar ideas de su actitud ante los pequeños problemas que le plantea su hijo, pero que para él son grandes obstáculos a la hora de lograr alcanzar el sueño.

El personaje principal es Marc, un niño del que desconocemos su edad, pero que por su comportamiento podemos deducir se encuentra entre los tres y los siete años de edad, que es cuando son mas comunes los terrores nocturnos. Marc muestra el comportamiento propio de un niño de esa edad, cuando llama a su madre para contarle los miedos que tiene a la hora de ir a dormir, y hacer que la madre le ayude a superarlos estando a su lado.

Como personaje secundario encontramos a la madre de Marc, que con su paciencia, su cariño y su creatividad intenta hacer frente a los problemas de su hijo para conciliar el sueño. Vemos como a lo largo de toda la historia la madre crea los remedios mas descabellados para ayudar a su hijo, hasta que descubre que no puede luchar contra todos los miedos de sus hijos, sino permanecer junto a él para ayudarle a superarlos.El afán protector y de entrega, que la madre muestra por su hijo,es un aspecto muy importante en su desarrollo emocional sano. Las situaciones tan graciosas que este personaje crea para solucionar cada miedo que le plantea su hijo hacen de este libro algo atractivo y divertido para los niños.  Es un personaje entrañable, paciente y cariñoso, por lo que los niños pueden identificar fácilmente a este personaje con sus padres.

Los valores reflejados en este libro son los de la comunicación, la confianza,el apego, la ayuda y la familia. Estos valores se van claramente reflejados cuando el niño es capaz de hablar con su madre y contarle qué es lo que le impide dormir, la ayuda que solicita  y la confianza que pone en ella al llamarla sabiendo que ella va a poder acabar con esos miedos, y no podemos olvidarnos del valor de la familia, de sentirse protegido siendo parte de algo y sabiendo que tienes a alguien ahí para ti. Los valores reflejados ene este libro, son cercanos, adecuados y comprensibles para las edades que comprende el segundo ciclo de la educación infantil, ya que a pesar del egocentrismo en el que se encuentran sumidos, entienden que necesitan de otros para superar y para poder hacer frente a los obstáculos propios de cada edad, además de comprender la importancia del amor y de la familia, del apoyo de nuestros seres queridos que siempre van a estar ahí.

En el apartado del lenguaje es importante destacar el lenguaje accesible y cercano para los niños, un lenguaje sencillo, sin palabras complicadas y con frases y diálogos empleados en situaciones cotidianas en su día a día, que hacen que los niños se interesen y quieran saber como continúa la historia.

En cuanto a si utilizaría este libro en el aula mi respuesta, sin ninguna duda, es un sí rotundo. Considero que es un libro que permite alargar el momento del cuento mas allá del estarlo contando, que sus ilustraciones dan pie a comentarios que pueden ser interesantes en clase y que facilita mucho la formulación de preguntas para conocer las emociones que el niño haya sentido durante la lectura del cuento, como si alguna vez han tenido miedo ellos, con qué personaje del cuento se identifican, a qué cosas tienen miedo, a quién acuden cuando tienen miedo, o incluso qué hacen sus padres para ahuyentar sus miedos, de forma que se pueda reflexionar con ellos, y a la vez se reafirme el amor, vinculo paterno-filial y la seguridad de tener a sus padres para ellos. Otra idea interesante sería animar a los niños a contar cómo habrían inventado el final del cuento, y así poder tener un momento de pequeña reflexión y de charla entre ellos, de esta forma acercarles las lecturas y hacer que desarrollen un interés por la lectura.

Para concluir este análisis, considero que este libro cumple con los requisitos necesarios para ser un libro adecuado para las edades del segundo ciclo de educación infantil, por todo lo expuesto anteriormente. Además he de admitir que este libro por su forma de narrar la historia, su lenguaje, sus personajes y sus ilustraciones despiertan un sentimiento muy entrañable y les roba el corazón tanto a adultos como a los mas pequeños.

Los enlaces que he visitado y que me han servido de apoyo en mi análisis, son los siguientes:

http://espectacularkids.com/blog/es/resena-del-libro-infantil-de-verdad-que-no-podia/

http://editorialkokinos.com/de-verdad-que-no-podia/

http://www.canallector.com/1766/De_verdad_que_no_pod%C3%ADa

http://rz100.blogspot.com.es/2014/04/de-verdad-que-no-podia-gabriela.html

http://www.psicologia-online.com/colaboradores/lujose/dormir.shtml

https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000809.htm

https://sinalefa2.wordpress.com/about/educar-en-valores-etapas/



          




ADAPTACIÓN "EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO"

ADAPTACIÓN  "EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO"


Antes de comenzar con mi adaptación, me gustaría realizar una breve introducción.

"El hombre con la piel de oso" es un texto folclórico, que los Hermanos Grimm se encargaron de recopilar por escrito, para evitar que se perdiera debido a la tradición únicamente oral.

La adaptación del cuento de los Hermanos Grimm que he realizado está enfocada a niños con edades comprendidas entre los 5 y los 6 años y que os dejo a continuación.

Había una vez, hace ya mucho tiempo, una familia muy pobre que vivía en una casa muy humilde y que tenían tres hijos. Los dos hijos mayores siempre habían ayudado a su padre a trabajar la tierra, y de esta forma malvivían con el negocio de la familia, mientras que el hijo pequeño, llamado Rodrigo, como no había trabajo para él, se fue a la milicia, se hizo soldado y se fue a luchar a Flandes.

En Flandes estuvo luchando heroicamente durante mucho tiempo, vio morir a muchos compañeros, sufrió alunas heridas graves, pero por fin terminaron las guerras y volvió a España.

Al volver a España fue a casa de sus padres, esperando poder ayudar a su familia, pensando que podría trabajar con ellos por fin, pero al llegar su sorpresa fue que sus padres y sus hermanos habían perdido la humilde casa que tenían, y las pocas tierras que cultivaban y se habían tenido que ir a trabajar en el castillo del rey Alfonso, en el reino vecino.

 Las personas que ahora ocupaban la casa en la que él había crecido, le dejaron pasar la noche en el establo y al día siguiente seguir su viaje en busca de trabajo, por lo que el joven paso la noche ahí y se marchó al día siguiente.

Como había luchado siempre con mucha valentía pensó que esto no sería un camino fácil, pero que nada se iba a interponer en su búsqueda de trabajo, que así podría recuperar su casa y su familia podría dejar de trabajar para el rey Alfonso.

Se puso a buscar trabajo, pero en su ciudad no lo encontró. Se dio cuenta de que estaban siendo tiempos difíciles para todo el mundo y que la situación había cambiado mucho desde que él se fue a luchar a Flandes, por lo que decidió cruzar la frontera que le separaba del reino vecino y atravesar la meseta que separaba un reino de otro.

Durante su viaje al reino vecino, en algunos sitios al decir que era soldado y que había luchado en Flandes, algunos le daban algo, pero según iba pasando el tiempo la gente era menos generosa, y ya el que le había dado una vez no le daba de nuevo. Estaba ya desesperado, porque ya no tenía nada y porque a él eso de mendigar no le gustaba ya que había sido soldado y había luchado muy valientemente.

Encontró en su camino una zona llena de césped verde, con árboles rodeándolo que daban muy buena sombra, y decidió sentarse a descansar y a reponer fuerzas ahí, porque ya estaba desesperado por no encontrar trabajo, por no tener dinero, ni un lugar donde vivir. 

De repente comenzó a escuchar el ruido del cabalgar de los caballos y las voces de unos hombres que gritaban y que se acercaban a él.

 Descubrió que eran unos caballeros con unas brillantes armaduras, y el que cabalgaba delante de todos ellos era el más fuerte de todos, con una armadura de oro, con un caballo precioso, y con un abrigo que estaba hecho con la piel de un oso, que le daba un aspecto realmente poderoso. Supo en seguida ante quién se encontraba, por las descripciones que Rodrigo había escuchado acerca del poderoso rey Alfonso, que reinaba en el reino vecino. 

El rey Alfonso se paró ante el joven Rodrigo, y al ver que, a pesar de las ropas y el aspecto descuidado del joven, tenía un cuerpo fuerte propio de un caballero se dirigió a él:

-Joven, ¿Cuál es la causa de vuestro aspecto?

El joven se apresuró a acercarse al rey Alfonso y a contestarle:

-Luché en Flandes,  Majestad, y al volver de la guerra mis padres habían perdido su casa, y mis hermanos y ellos fueron a trabajar a su palacio, por lo que me dirigía ahí para ofrecerle mis servicios en lo que pudiera usted necesitar.

El rey Alfonso, que esa mañana había salido en búsqueda de alguien que pudiera desempeñar el trato con el que se quería entretener, en seguida se interesó por el joven Rodrigo.

-Joven, por lo que me contáis debéis ser un caballero muy valiente, pero me gustaría comprobar por mí mismo si tu valentía y tu capacidad de sacrificio son ciertas. Si logras demostrarme que son ciertas con el pacto que te voy a proponer quedarás libre y serás rico para siempre, yo mismo me encargaré de que no te falte nada y tu familia podrá ser libre y recuperar su casa y sus tierras. Mientras que, si no eres capaz de superarlo, tanto tú como tu familia tendréis que trabajar para mí, y vuestras vidas me pertenecerán.

El joven un poco asustado por el pacto que le ofrecía el rey Alfonso, pero decidido a superarlo, le contestó:

-Majestad, estoy muy agradecido por su pacto, me gustaría mucho saber en qué consiste.

El rey Alfonso en seguida se ofreció a contarle en qué consistía.

-Es un pacto muy sencillo para un joven tan valiente y sacrificado como tú, pero hoy me siento generoso. El pacto consiste, en llevar durante siete años la piel de oso que llevo yo ahora mismo.

-¿Solo eso majestad? Será un honor para mí- contesto el joven Rodrigo.  

-No solo consiste en eso el pacto- Le explicó el rey Alfonso- llevaréis además estos dos sacos de oro, que contienen oro suficiente para que podáis hacer lo que queráis durante estos siete años. Además, si se te acaba, podréis volver a por más.   

- ¡Acepto, Majestad, acepto! - se apresuró a decir el joven Rodrigo.

-Pero no todo es fácil en este trato, algo debéis darme a cambio… Deberéis no lavaros durante siete años, no cortaros el pelo de ninguna parte del cuerpo, no asearos, no cortaros las uñas, y por último no dormir más de una noche en el mismo lugar. Si lo logras, ya sabes cual es la recompensa, si no lo logras ya sabes cuál es el castigo, y si mueres, tu familia también me pertenecerá a mí, para siempre. Si lo consigues quedamos en este mismo sitio pasados los siete años.

-Está bien-contestó el joven Rodrigo.

Le parecía muy duro, un gran reto, pero sin duda la recompensa merecía la pena y él era un joven muy valiente.

Y dicho esto el Rey Alfonso le entregó su piel de oso, sus dos sacos llenos de monedas de oro y siguió su camino.
  
Lo primero que hizo el joven Rodrigo, fue ir a la primera ciudad que encontró y compró una casa, un carruaje y el servicio, y lo dejo pagado por diez años. 

Dejó un montón de dinero para pagar a la gente que iba a cuidar sus posesiones por diez años, y de esta forma cuando su familia y él quedaran libres podrían volver y vivir en esa gran casa en la que no les faltaría de nada.  

Luego fue al banco y dejo un montón de monedas de oro en un cofre a su nombre por lo que pudiera pasar en el futuro.

Y ya paso la tarde tranquilamente y empezó a caminar, ya que no podía pasar la noche en el mismo sitio.

Como cada noche tenía que dormir en un sitio diferente se compró un caballo y de esta forma iba de un sitio a otro, y empezó así a pasar el tiempo.

Los primeros días como él llegaba y tenía mucho dinero la gente acudía a recibirle a la entrada de las ciudades, hasta le ofrecían alojamiento y el a toda la gente pobre que veía, que necesitaba dinero, siempre se lo daba y procuraba ayudar a todos los que podía.

La gente le daba las gracias, aceptaba el dinero y todo el mundo era muy feliz a su alrededor.

Pero claro, fue pasando el tiempo, los primeros meses olía mal, pero como todo el mundo que iba a caballo en aquella época.

 Al pasar un año ya tenía un aspecto horrible, sin afeitarse la barba, el pelo largo, la piel de oso encima haciéndole sudar, la ropa sin lavar, las uñas sin cortar, la suciedad que se iba acumulando y ya la gente se iba apartando de él, pero al sacar el dinero volvían a acercarse a él y a ver si podía sacar algunas monedas.  

Eso paso durante los dos primeros años.

 El tercer año su aspecto era como el de un monstruo. La ropa y la piel de oso estaban sucias y desgastadas, tenía suciedad en la piel, olía fatal, la gente se alejaba de él, los niños le tiraban piedras y el aun así seguía dando dinero y seguía ayudando al que se dejaba ayudar, porque sabía lo difícil que era no tener nada y necesitar la ayuda de los demás.

A los cinco años ya no le dejaban entrar en las ciudades, ni acercarse a ellas, por el horrible aspecto que tenía, porque le veían como un monstruo.

Encontró una casa alejada de la ciudad y decidió pasar la noche ahí, porque tenía frío, ya que no podía acercarse a los sitios a comprar mantas. A veces conseguía que algún niño que necesitaba dinero, a cambio de monedas, le comprara cosas, ya que él no podía acercarse a las tiendas, porque o las cerraban o le tiraban piedras.

Decidió pasar la noche en aquel granero, que estaba todo a oscuras, y cuando estaba intentando dormir escucho un llanto de un hombre mayor. Se acercó y vio a un hombre llorando.

 El hombre mayor le dijo que iba a perder su casa y la de sus hijas, porque no tenía dinero para pagarla. Entonces Rodrigo le dijo que, si el único problema era el dinero que no se preocupara, que él le podía ayudar. Sacó un puñado de monedas de oro y le dijo que regresara mañana a su casa y la dejara pagada por siete años más.

El hombre le dio las gracias y se quedó dormido. 

A la mañana siguiente cuando el hombre se despierta y ve quien le ha dado el dinero, se asusta un poco, pero como había sido tan generoso con él y con sus hijas,  le invita a dormir a su casa.

-Muchas gracias, pero con el aspecto que tengo me da vergüenza presentarme en su casa- dice el joven Rodrigo.

-¡Bobadas! No solo te quedarás a dormir en nuestra casa, sino que disfrutarás de una gran cena, y podrás elegir con cual de mis tres hijas querrás casarte- insistió el hombre mayor. 

Cogen unos caballos y se dirigen hacia la casa del señor, que estaba a solo unos minutos. 

El hombre le presenta al llegar a la casa, a sus tres hijas. Las dos mayores eran muy guapas pero la pequeña era preciosa.

La hija pequeña, llamada Elena, al ver regresar a su padre le da un abrazo y les invita a los dos a pasar a la casa para sentarse a la mesa, en la que ya estaba preparada la cena. Ella e sienta al lado de Rodrigo y habla muy amablemente con él.

Las dos mayores, que se sientan al otro lado de la mesa, comen haciendo gestos de asco todo el rato, y diciéndole a su padre que podría haber duchado a su invitado antes de sentarlo a cenar en la mesa.

El padre les explica que Rodrigo está cumpliendo un pacto que ha hecho con un rey de un reino lejano y que la tiene que cumplir.

A la mañana siguiente, antes de que Rodrigo se marchara, el hombre le pregunta que a cuál de sus hijas ha elegido.

-Muchas gracias por haberme dado de cenar y por haberme dejado dormir en vuestra casa, pero con el aspecto que tengo, no creo que ninguna de tus hijas quiera casarse conmigo- explicó el joven Rodrigo.

Las dos hermanas mayores sonríen al saber que no se van a tener que casar con ese monstruo que su padre ha traído a casa, pero Elena, la hija pequeña, dice con voz amable: 

-Yo estaría encantada de casarme contigo. Has demostrado tener un corazón muy grande ayudándonos a mi padre y a nosotras. Cuando termines tu pacto con ese rey, vuelve y te estaré esperando.

El joven Rodrigo, parte un anillo que llevaba puesto y le da la mitad a Elena, explicándole que es en señal de su compromiso, que volverá a por ella, y si cuando vuelve sigue teniendo su anillo se casarán, pero que, si en algún momento quiere tirar el anillo, él lo comprenderá. 

Los años que le quedaban, pensaba en volver con Elena todos los días y en que cada vez estaba más cerca de poder liberar a su familia, por eso ayudaba a la gente que se dejaba ayudar, vivía escondido para que no le tiraran piedras y siempre que podía escondía dinero, para tener una gran vida cuando su pacto terminara.

Cuando se iba acercando el séptimo año consiguió un caballo y volvió al lugar donde se había encontrado con el rey Alfonso. Esperó y esperó ahí sentado y cuando empezaba a pensar que ese rey le había engañado, escuchó el ruido de los caballos y las voces que acompañaban al rey Alfonso. Se paró delante de él y aunque estaba un poco enfadado, porque ahora tendría que cumplir todo lo que le había prometido, vio que el joven Rodrigo había cumplido con su parte del pacto, y le había obedecido.

 Le dio unas ropas nuevas que traía para él, siete sacos llenos de monedas de oro y llamó a los caballeros que le acompañaban para que trajeran a la familia de Rodrigo, cumpliendo así su parte del trato.  

-Muy bien Rodrigo, has cumplido el pacto que teníamos, espero que tu familia y tú viváis siempre felices- y dicho esto, el rey Alfonso desapareció.

Rodrigo esperó a que los caballeros del rey Alfonso trajeran a su familia y por fin pudo abrazarlos y llevarles a la casa que había comprado siete años atrás, para que pudieran descansar.

El joven Rodrigo emprendió su viaje hacia la casa de Elena, con el carruaje que había comprado siete años atrás, y con regalos para ella y su familia.

Al llegar a la puerta de la casa de Elena, salieron las tres hermanas a recibirle. Esta vez las dos mayores fueron las que le invitaron a sentarse a la mesa.

Una vez sentados todos en la mesa, el dejó caer en el vaso de Elena su mitad del anillo, y cuando ella fue a beber, se dio cuenta de que era él. Se levantó de su silla y fue a abrazarle.

-Elena, te ofreciste a casarte conmigo cuando nadie quería ni mirarme. ¿Todavía querrías casarte conmigo? - preguntó Rodrigo

Elena, con lágrimas en los ojos de alegría, le contestó que llevaba esperando ese día desde que él se fue para terminar de cumplir su pacto.

Las dos hermanas se enfadaron mucho al ver la oportunidad que habían perdido, y se fueron a llorar dentro de la casa.

Rodrigo y Elena se abrazaron por fin tras todo ese tiempo de espera y en ese mismo momento emprendieron el viaje de vuelta a la casa que Rodrigo había comprado, junto con el padre de Elena, para celebrar una boda preciosa con cientos de invitados, incluido el rey Alfonso.

   

  ADAPTACIÓN PARA 5 Y 6 AÑOS: 

A pesar de haber respetado el esqueleto y de no haber realizado cambios importantes en el cuento, he realizado pequeñas modificaciones para hacerlo mas adecuado para una edad de 5-6 años, aunque he respetado la psicología del personaje, y conservando las enseñanzas originales, los valores que transmite el cuento y el significado principal.

He elegido esta edad, ya que se trata de un cuento bastante largo y que a niños de menos edad les podría costar seguir, y que además considero que es una edad en la que los valores que transmite el cuento, como son la valentía, la bondad, o la amistad que surge entre Rodrigo y el padre de Elena, son el día a día de los niños de esta edad y porque como cuento folclórico que es, debe despertar en los niños un deseo de ser como los personajes que contiene este cuento. 

En cuanto a los cambios que he realizado, estos han sido los principales al realizar la adaptación: 

. En primer lugar he suprimido todos los aspectos religiosos, ya que no es muy adecuado en los centros escolares y este cambio no afecta al cuento.  

. Le he puesto nombre a los personajes, para que los niños los puedan identificar sin dificultad y para facilitar de esta forma que los niños puedan seguir la historia, y captar de esta forma su atención. 
  
. He cambiado el jugón por unos sacos de monedas, ya que son cosas que mas propiamente podría ofrecer un rey de esa época para superar la prueba, y algo que ellos pueden imaginar fácilmente. 

. He cambiado la recompensa que le ofrece el diablo, por la que podría ofrecer un  rey, como es liberar a su familia y darle riquezas para vivir cómodamente siempre. Me parece que de esta forma se ve de forma mas clara el espíritu de sacrificio del joven, que no lo hace solo por dinero, sino por algo que tiene un valor afectivo importante para él y con lo que los niños se pueden ver reflejados e identificados. 

. He cambiado la parte en la que en el cuento original se habla del fallecimiento de los padres, por la parte en la que han ido a trabajar al castillo del rey Alfonso, para así mas adelante poder introducir eso como parte del trato que realiza con dicho rey. 

. He cambiado la figura del diablo por un rey, ya que me parecía mas adecuado para un niño de esas edades, porque también, como he dicho anteriormente, he querido eliminar cualquier signo de religiosidad,y que además ese cambio de personaje no afecta para nada al significado, ni a la enseñanza o valores que transmite el cuento original.  

. He cambiado el final, ya que el final original lo considero bastante trágico, que no aporta nada a la historia, y que un niño puede entender igual si lo sustituimos por "las hermanas se fueron a llorar" y poruqe buscaba que el cuento terminara bien, para que los niños a los que se les cuente este cuento, sientan el deseo de ser tan valientes y tan sacrificados como Rodrigo, para mas adelante poder disfrutar también de una recompensa como la suya. 

. He añadido la boda para cerrar el viaje iniciático que emprende el joven Rodrigo, y como representación de un nuevo ciclo, con ese nuevo núcleo familiar que forman Rodrigo y Elena. 

. He adaptado el vocabulario y algunas expresiones, que en el cuento original resultarían algo complicadas para los niños de estas edades y que no haría sino entorpecer el ritmo del cuento, al tener que explicar lo que significan esas expresiones que ya no son empleadas en estos tiempos.